martes, 29 de julio de 2008

GENOGRAMA



Todos nosotros nacemos en un “campo de información”. Ese campo tiene que ver con nuestra familia y todo lo que ha sucedido, aunque también con el conocimiento y la evolución de la conciencia del tiempo en que nos tocó nacer.
Ese “campo de información” es una red llena de sentidos, creencias, expectativas, sueños, ideales y conocimientos.
De modo que somos menos libres de lo que creemos. Y para ser un poco más libres el camino parece ser conocer, conocer para transformar, conocer, por ejemplo, la conciencia común que dirige a mi familia.
El genograma, así como la psicología sistémica, nos ayudan a ver muy gráficamente a la familia como un sistema que es más que la suma de sus partes, de modo que cada cosa que sucede afecta de un modo u otro a todos los demás, a veces durante varias generaciones.

Hay diversas modalidades de plantear el genograma o árbol genealógico. Cada diseño corresponde a un propósito personal. Lo que aquí presentamos es un trabajo que tiene un fin terapéutico, y que se relaciona de alguna manera con la filosofía que hay detrás de las constelaciones familiares de Bert Hellinger, de modo que lo que buscamos es saber de dónde venimos, es decir, de quiénes venimos, para reconocer a todos los que forman parte de nuestro sistema familiar y de ese modo honrar su lugar para así ocupar más claramente el nuestro. Y también reconocer lo que ha sido en la historia de nuestra familia, identificarnos con la fuerza de la vida que nos ha llegado a través de ella y liberarnos de implicaciones y repeticiones que nos alejen de vivir libres y sanos, de un modo creativo y a la vez respetuoso de nuestro origen.
El genograma es una representación gráfica de los integrantes de la familia, y se tienen en cuenta dos generaciones hacia arriba y en caso de tener hijos o nietos, una o dos más por debajo de la nuestra.
Es decir que partimos de la línea de nuestros abuelos maternos y paternos, e incluiremos a todos los parientes con quienes tenemos relación sanguínea, es decir que no incluiremos a los tíos políticos ni a los primos, por ejemplo.
Este gráfico nos va a aportar información acerca de ciertos patrones y dinámicas familiares y nos va a enfrentar a un trabajo profundo ya desde el proceso de realizarlo.
Decimos “proceso” porque la elaboración del genograma implica comenzar un camino, un recorrido por la vida y los destinos de quienes nos precedieron que nos aportará datos acerca de un destino común del sistema familiar, pero también otro tipo de información como por ejemplo, patrones relacionales, adicciones, enfermedades frecuentes, coincidencias profesionales, movimientos migratorios y sus consecuencias, etc, etc.
Es un trabajo riquísimo que nos confronta con el lugar de dónde venimos, las elecciones que han hecho quienes nos precedieron y las propias, y todo ello va definiendo un camino particular y original con profundas raíces en un pasado común.

Es una trabajo que en el marco de una terapia aporta rico material al terapeuta y abre la posibilidad de hablar de temas vinculares, por otro parte el terapeuta cuenta con herramientas para “leer” e interpretar lo que del genograma va surgiendo, así como para acompañar en el proceso al paciente.
Pero también es algo que cualquier persona interesada puede realizar por y para sí misma, y abre la posibilidad de dialogar con algunas personas de la familia, ya sea para averiguar datos (con los anteriores a nosotros) tanto como para compartir con los hijos y nietos historias familiares.




QUIENES FORMAN PARTE

Éste es un primer y fundamental paso.
Según los “órdenes del amor” planteados por Bert Hellinger forman parte de nuestra familia todos los que nos precedieron (sin excepción) pero también quienes han tenido una relación importante con algún integrante o quien a definido la suerte de la misma.
Y esto es una diferencia con respecto a otras maneras de construir un árbol genealógico. Porque también tendremos en cuenta a los que de alguna manera han “hecho lugar” para que la familia siguiera su curso tal como ocurrieron los hechos.
Desde esta perspectiva, vamos a incluir:
Cuatro abuelos (maternos y paternos)
Todos los tíos nacidos vivos y tíos muertos (también los abortados, ya sea intencional o espontáneamente)
Los padres
Hermanos (y aquí también: nacidos vivos, muertos, y hermanos abortados intencional o espontáneamente)
En caso se haberlos: hijos (nacidos vivos, etc)
En caso de haberlos: nietos (incluyendo la pareja de padres)

Pero además, tendremos en cuenta (si las hubo) a las parejas anteriores de abuelos, padres y las propias. Por parejas anteriores nos referimos a parejas “importantes”, es decir, casamientos o convivencias anteriores, o noviazgos muy largos, o noviazgos que han sido interrumpidos por muerte, o una emigración.
Estas personas suelen ser “excluidas” del recuerdo del sistema, pero si hubo por ejemplo una novia de mi abuelo, que al morir joven dejó, por decirlo así, el lugar para que mi abuela llegara a encontrarse con él, uno de mis padres y yo misma no hubiera nacido. Entonces mi sistema tendrá que honrar a esa “primera novia” también.
Si en la familia hay hijos adoptados, por ejemplo, también se incluirá de una manera particular a los padres biológicos del niño, ya que ellos en su elección también son parte de nuestra familia. Cuando los padres adoptivos, en realidad “cuidadores” de los niños que adoptan, tienen en su corazón a los padres biológicos (más allá de todo juicio y prejuicio moral) el niño sabe que puede confiar en ellos y no necesita de la ansiedad por el conocimiento de su origen. Porque cuando sus cuidadores lo miran, también están mirando con agradecimiento a quienes lo engendraron.

El dibujo entonces funciona como un diseño, donde nuestra conciencia va incluyendo a todos, todos tienen un lugar claro y ordenado, y podemos ir viendo el entramado que me dio vida. Ese diseño tiene una resonancia en mi psiquismo que también hace un lugar a todos, pero con una conciencia más clara. Y de esa nueva conciencia mi lugar en ese diseño también puede empezar a aclararse.
Lentamente puedo entonces comprender y elegir, abandonando las repeticiones.


DISEÑO

La manera en que se dibuja el genograma está al final de este artículo, de acuerdo a las enseñanzas de la Dra. Mabel Ugarte (Argentina), y a la bibliografía recomendada.
Ahora hablaremos de qué incluir al lado de cada símbolo que hayamos dibujado:

Nombre: escribiremos tanto el nombre de pila como el apodo que tiene (o tenía) porque eso ya nos da información interesante. Si a una niña los padres de llaman Victoria, por ejemplo, pero luego todos le dicen “Beba” o “Chiquita”, ya vemos una fuerte contradicción. Los nombres y los apodos también encierran deseos, mandatos ocultos, y a veces el recuerdo de una persona que vivió antes.
En caso de que la persona haya muerto, también indicaremos la edad en que murió y la causa de su deceso.
Aquí podremos ver si han alguna causa de muerte que se repita.

Atributos: al lado de cada nombre escribiremos hasta cinco palabras que nos den una idea clara y sintética de los rasgos principales de esa persona. En caso de las personas que conocemos, tal cual como nosotros las percibimos, definiendo sus características más fuertes. En caso de personas que no hayamos conocido vamos a poner lo que hemos oído, lo que mi familia cuenta al respecto (por ej: de un abuelo que fue trabajador, o alcohólico, o celoso, etc)
La idea es que con una lectura rápida podamos obtener información, sin caer en generalidades como por ejemplo decir que alguien era “bueno” o “malo”.
Para algunas personas las profesiones hablan mucho de sí, o sus oficios, en tal caso también incluiremos a qué se han dedicado si sentimos que eso puede ser importante.
Cuando alguien nació en el extranjero también incluimos ese dato dentro de sus características.



Una vez que tenemos este esquema de nuestra familia terminado, y luego de un proceso de construcción del mismo que seguramente nos ha puesto muy en contacto con los deseos, intereses y valores de nuestro sistema familiar, trataremos de respondernos una pregunta, que es una guía de todo este trabajo:
¿Qué tengo que hacer yo para pertenecer a este sistema?
Y si no hago lo que el sistema “me pide”, ¿cuál es el precio que pago?

Responder a estas preguntas no es sencillo y también implica un proceso.
Pero se trata de disparadores, de “indicadores” que nos marcan hacia dónde mirar.



GUÍA PARA LA LECTURA

La idea es sugerir maneras de leer información, qué cosas pueden preguntarse una vez que tienen el genograma más o menos completo, hacia dónde apuntar la atención. No se trata de una guía definitiva ni completa, sino más bien de un conjunto de sugerencias:

-¿qué “reglas” tiene mi familia materna? ¿Qué “reglas trae mi familia paterna? Y en la familia que fundaron mis padres, predomina alguna de estas familias con sus modalidades? ¿Mis padres lograron balancear eso, o uno de sus sistemas se impuso sobre el otro? ¿Lograron mis padres crear algo juntos, o simplemente tomaron la modalidad de una de sus familias y rechazan a la otra?

-¿cómo nos vinculamos? ¿qué tipo de vínculos predominan?
¿Qué emociones están permitidas y cuáles rechazadas? Vínculos pegoteados, distantes, separaciones. Se acepta la alegría pero se rechaza la expresión de la rabia, por ejemplo. Se guardan secretos.

-Movimientos migratorios, crisis económicas, etc ¿cómo se resuelven las crisis? ¿Qué movimientos ocurren luego de una crisis? Analizar situaciones críticas y ver cómo la familia logra construir luego un nuevo equilibrio posteriormente, por ejemplo si surgen embarazos, separaciones, muertes, etc.

-¿qué vocaciones, oficios o profesiones se reiteran? ¿Quiénes pudieron estudiar y quiénes no?. Analizar si se reiteran fracasos escolares.

-¿cómo son los modelos de comunicación en mi familia? Hablan mucho pero no dicen nada, no hablan, no se tocan problemas personales, se haba demasiado de la intimidad de todos, no se respetan espacios privados, etc.

-¿cómo son las mujeres? ¿Cómo son los hombres? Analizar mandatos vinculados al género.

-¿hay excluidos en el sistema? Personas a las que no se las recuerda, como si no hubieran formado parte. La red familiar tiene naturalmente a integrar a todos. Cuando alguien a sido excluido, otra persona, de una generación posterior, hará algo para reivindicarla y “traerla” a la conciencia familiar. Sólo que este camino es peligroso porque no es consciente, es parte de un amor ciego.

-¿qué circunstancias rodearon mi nacimiento? Primer hijo, duelo de la madre por alguno de sus padres durante la lactancia, incubadora, internación de la madre posterior al parto, aborto de la madre durante la lactancia, mudanzas, crisis económicas, etc.

- ¿por qué recibí este nombre? ¿cuál es su sentido? ¿quién lo eligió?

- repetición de pautas de funcionamiento: alcoholismo, incesto, suicidio, violencia, síntomas físicos, enfermedades comunes, etc.

-repetición de pautas vinculares: distancia, conductas polarizadas en roles, pegoteos, dependencia, etc

-repetición de estructura: se repite en la familia propia de alguna manera la estructura de la familia de origen (misma cantidad de hijos), etc.


EL GENOGRAMA EN LA CLÍNICA

El uso clínico del genograma se plantea en los comienzos de la terapia. De este modo el terapeuta obtiene una idea global de la familia e información acerca de ella. Es útil que el terapeuta guarde una copia de la versión final del genograma.
Creo que es más rico que el mismo sea comenzado durante la sesión, el terapeuta da las pautas generales, por ejemplo los símbolos, sin demasiados ejemplos concretos para dejar cierto grado de libertad en el trazado, de modo que puedan surgir informaciones interesantes de la lectura, como si analizáramos un test gráfico.
Los primeros “errores” o malos entendidos aportan una rica información de cómo siente el sujeto a su familia, qué sistema parental es más fuerte, etc.
También el trazado nos aporta datos: qué símbolo es más grande, cuál es más pequeño, de quien se olvida y hay que hacerle un lugar, qué símbolo repasa fuertemente, etc.
Para esta lectura alcanza con conocimientos muy básicos de lectura de test y también la percepción intuitiva de qué nos “dice” el diseño que tenemos enfrente.
Por otra parte más allá de que el terapeuta sea experto o no en el tema es una herramienta útil para :
-hablar del sistema familiar
-encontrar repeticiones transgeneracionales
-encontrar “fechas aniversario” (situaciones que se repiten en la misma fecha como recordatorio de algo trágico que pasó en la familia generaciones antes)
-analizar los roles familiares
-pautas de aprendizaje (complementación, repetición, oposición)
-destrabar el sistema y movilizar emociones en caso de duelos no resueltos, etc.

En el trabajo clínico el genograma es un mapa al cual podemos recurrir muchas veces a lo largo de un proceso terapéutico.
No es un trabajo que empieza y termina con su realización, sino que dibujarlo implica comenzar un largo proceso de búsqueda, un proceso de reconocimiento de lo que nos precedió y de elección de nuestro camino honrando lo que estuvo antes y mirando hacia nuestro futuro con libertad.

SÍMBOLOS

Mujer, un círculo
Hombre, un cuadrado


Los hombres (de la pareja) van siempre a la izquierda de la hoja


Parejas casadas legalmente




Parejas unidas en concubinato




Divorcios (legales)



Separaciones (o eran casados y no se divorciaron, o vivían en
concubinato)



Hijos: de izquierda a derecha de la hoja desde el primero engendrado hasta el último. Esto incluye abortos, pérdidas de embarazos, hijos muertos, etc.


Hijos adoptados


Gemelos


Mellizos


Parejas anteriores




Muertos



Abortos provocados

Abortos espontáneos




Lic. Psic. Adriana Filgueiras Deber